jueves, 19 de marzo de 2009

Elemental

Le tengo miedo al aire que respiro. Me asusta mucho su pretenciosidad, su vanidad, como se vanagloria de vida.
Hoy en día se sobrestima mucho el aire que respiramos. No sólo lo respiramos, lo olemos y nos empuja. Invade nuestra intimidad. Siempre siento que me golpea más fuerte cuando estoy desnudo. Hay quienes lo defienden de forma absurda, mientras lo acusan de darnos la vida. Yo no me quejo siempre. He tratado de quedarme sin aire, pero existe alguna clase de adicción. Si hubiera clínicas de recuperación, seguramente también terminarían llenas de aire.Oh, el absurdo aire, hay aire hasta en el aire. Nadie quiere vivir sin aire, es tan fuerte la dependencia que se mueren de asfixia si no lo tienen. Si yo fuera aire me iría,a buscar mejores aires. Pero no soy aire y no me gustan ni los malos ni los buenos aires. Yo no creo en el aire. Son teorías llenas de viento.

El agua no me da miedo, no en todos sus estados. Solo me asusta congelada y sólo me disgusta cuando moja. Me parece odiosa cuando se evapora y anda por ahí pegándose de los vidrios. Una vez me bañé.

La tierra tiene una personalidad más calmada, pero en tumulto y agitada es como un terremoto. Es feliz empantándose con el agua, pero ensuciar la tierra es como insultar al aire.

Me gusta el fuego porque es caliente y frío me gusta como no existe. Me encanta ese caracter ausente. Los dos podríamos yacer bajo tierra, pero él, no vivir sin aire, como odia vivir bajo el agua.

Una vez lleno de aire me tire entierrado al agua y prendí fuego. Y morimos felices algunos, otros nos quemamos, pero la mayoría simplemente dormimos. Es cuestión de ánimos, a veces los ánimos se calientan. A veces se queman tanto como se congelan, todos somos igual de elementales.

Todos son unos engreídos, venidos a más, pelean por saber quien existe más. Yo estoy cansado desde el principio que no tengo y ansioso del final que no va a llegar. Soy infinito desde ayer hasta mañana. Tengo todo el tiempo del mundo por un segundo. Así que no me rendiré hasta empezar. Que se vengan mil tormentas igual no sé nadar. Da igual si llueve porque no tengo sombrilla. Si hace calor no me importa porque me derrito con facilidad. Que importa si muero si estoy lleno de ganas por vivir. Si el amor no llega pues me enamoro y ya. Y si no hay comida me la como. Yo decidí no saber que hacer, entonces seguiré inseguro, mientras perdure.

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